En UGT llevan seis años proponiendo a la Junta de Castilla y León un calendario escolar “basado en criterios pedagógicos y racionales que permita mejorar la programación de los procesos de aprendizaje de nuestros escolares y de las sesiones de evaluación”. Este calendario, en definitiva, permitiría mejorar la calidad de la educación. “No estamos hablando de aumentar los días de descanso y disfrute”, asegura Beatriz García González, Secretaria de Enseñanza de FeSP-UGT CyL, “sino de repartirlos de manera más equitativa y eficiente”.
Y es que la propuesta de UGTCyL se ajusta “escrupulosamente” a la Orden EDU/385/2017 que regula el calendario escolar en Castilla y León y demás disposiciones legales. Según la organización sindical, “es una propuesta realista y factible, que se acompaña de un adelanto del inicio del curso escolar, posibilitado por la informatización de los procesos de adjudicación del profesorado a los centros”. De hecho, su propuesta contaría con 178 días lectivos para primaria y 176 para secundaria y bachillerato, por encima de los 175 que marca la Ley. Este calendario, además, de acuerdo a las declaraciones del sindicato, respeta las festividades religiosas de la comunidad autónoma e intenta equilibrar los períodos lectivos para procurar el “necesario descanso del trabajo intelectual del alumnado”.
En palabras de la secretaria de enseñanza de UGTCyL, “nuestra sociedad está evolucionando, muchos países de nuestro entorno ya han tomado buena cuenta de ello y plantean calendarios escolares que facilitan la conciliación de la vida familiar y social, planteándose en periodos de dos años, tal y como UGT viene reclamando, y que permitirían que las familias, los trabajadores, las empresas y las administraciones públicas tengan más tiempo para programar sus calendarios y actividades. Nuestro calendario fomenta la conciliación familiar”.
Además, UGT rechaza la idea de que las aulas sean consideras socialmente “guarderías” para que los padres “puedan ir a trabajar”. En el mismo sentido, desde el sindicato afirman que “tenemos el deber de formar y educar a nuestros niños y jóvenes favoreciendo los tiempos de descanso entre periodos lectivos. Las medidas de conciliación familiar planteadas por las empresas deben evolucionar y hacer posible una conciliación real”. Para UGT, “es indispensable que la Junta de Castilla y León se enfrente cara a cara a esta cuestión y organice un ‘Programa de Centros Abiertos’ con mayor número de plazas ofertadas, con mayor rango de edad, más asequible y con menos requisitos burocráticos, en definitiva, realmente conciliador para las familias”.
Un calendario basado en criterios pedagógicos
“No sin satisfacción, estamos asistiendo a una generalización de este debate y a un reconocimiento de las tesis defendidas por UGT”, ha aseverado García González, “somos pioneros en este tema y estamos viendo como prácticamente todas las centrales sindicales están presentando calendarios escolares basados en criterios pedagógicos e, incluso, el Consejo Escolar de Castilla y León ha abierto un debate en su seno sobre los tiempos escolares fruto del cual es el documento “Tiempos Escolares. Una propuesta estable y flexible para la sociedad actual”. No obstante, según fuentes de la propia secretaría, el documento se encuentra aún pendiente de publicación.
UGTCyL ha confirmado que, durante estos años, su principal referente como punto de partida para la elaboración del calendario ha sido el informe “The Organisation Primary and General Secondary Education” publicado anualmente por la Education, Audiovisual and Culture Executive Agency de la Comisión Europea. Este informe demuestra cómo la mayoría de países de la UE, siguiendo criterios fundamentalmente pedagógicos, establece periodos lectivos de alrededor de seis semanas de duración, seguidos de un descanso de una semana, exceptuando las tradicionales vacaciones de Navidad o primavera.
Desde la organización sindical se reafirman: “también estamos abiertos a que determinados periodos de descanso se puedan adelantar o retrasar con respecto a la propuesta, con el objeto de favorecer criterios locales (tradición, festividades locales, consideraciones económicas, climatología, etc.)”, pero remarcan que la situación que estamos viviendo a causa del COVID-19 debería demostrar “que son necesarios periodos lectivos más cortos, que afiancen conocimientos ante cualquier imprevisto no deseado”.